01 DE NOVIEMBRE 1777 NATALICIO DE MARIÍA ANTONIA BOLÍVAR Y PALACIOS

María Antonia Bolívar Palacios nació en Caracas, Venezuela, el 1 de noviembre de 1777. Fue la primera hija del matrimonio formado por María de la Concepción Palacios y Blanco y Juan Vicente Bolívar y Ponte, por lo tanto, hermana mayor de Simón Bolívar.

Con tan solo 9 años tuvo que enfrentar la muerte de su padre y quedar sola con su madre y sus hermanos menores (Juan Vicente, Juana y Simón). En 1792, cumplió 15 años y fue cuando su madre falleció.

Aunque ella y sus hermanos quedaron a cargo de su abuelo materno, Feliciano Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo, no pasó tanto tiempo bajo su tutela ya que luego contrajo matrimonio con su primo en tercer grado, Pablo Clemente y Palacios, quien tenía 21 años. Su esposo era un hombre enfermizo y con una marcada demencia.

Fue en casa de María Antonia, donde el entonces adolescente Simón Bolívar se refugió el 23 de julio de 1795 cansado de su tutor y tío Carlos Palacios. Pablo Clemente, tío político de Simón, solicitó a la Real Audiencia de Caracas que aprobara que el adolescente permaneciera en su casa, pero Carlos Palacios se negó.

María Antonia Bolívar alegó ante la Audiencia que había visto a su hermano “solo por las calles y paseos, a pie y a caballo, en junta con muchachos que no son de su clase”. El 5 de agosto Simón fue por la fuerza de la casa de su hermana y restituido a la casa de su tutor.

María Antonia tuvo 4 hijos: Josefa Clemente Bolívar nació en 1793, Pablo Secundino Clemente Bolívar en 1795, Anacleto Clemente Bolívar el 13 de julio de 1796 y Valentina Clemente Bolívar en 1801.

En 1803, Simón Bolívar, triste por el fallecimiento de su esposa, viaja a Europa y se lleva a sus sobrinos Anacleto y Pablo y los inscribe en un colegio en Francia.

La hermana del Libertador, nunca fue partidaria de la Independencia. En 1813, mientras su hermano lanzaba el Decreto de Guerra a Muerte ella escondía y protegía a renombrados realistas en su casa en Caracas.

En 1814, la capital estaba a punto de ser tomada por los realistas y Bolívar ordenó la evacuación de la ciudad, pero María Antonia se negaba a irse. Su hermano la convenció de que al caer Caracas no tendrían clemencia con ella; y sí fue que salió de Venezuela a Curazao, con sus hijos, y con su hermana Juana.

En 1816, desde Curazao, le escribió una carta al rey de España donde le pedía que no la penalizara por llevar el apellido Bolívar porque ella seguía siendo fiel a la monarquía.

A pesar de sus diferencias, la relación entre Simón y María Antonia era cordial. Ambos mantuvieron estrecho contacto mientras él se encontraba dirigiendo la Guerra de Independencia del Perú.

Tras la muerte del Libertador, María Antonia Bolívar se dedicó a la vida hogareña y era la encargada de administrar los bienes de la familia.

También solicitó arduamente al gobierno venezolano que se repatriaran los restos de Bolívar. Vivió sus últimos años en una casa de Hacienda, propiedad de la familia, ubicada en Macarao en las afueras de Caracas.

Falleció el 7 de octubre de 1842 a los 65 años, dos meses antes de que trajeran los restos de su ilustre hermano. Le sobrevivieron sus cuatro hijos.

Prensa CAVIM