BATALLA DE EL JUNCAL

Entre los años 1816 y 1819, el eje de la lucha por la independencia de Venezuela se libraba en los Llanos y en Oriente. En los Llanos, partidas guerrillera al mando de José Antonio Páez mantienen la resistencia. En Oriente, Santiago Mariño, Manuel Piar, José Tadeo Monagas y otros valientes patriotas encabezan la lucha. En esos cuatro años, dos batallas terrestres serían determinantes para el futuro de la guerra. Una de ellas fue la batalla de El Juncal, acaecida el 27 de septiembre de 1816, es decir, hace 200 años. La llegada de los orientales a Venezuela Gracias a la llegada de Simón Bolívar a las costas orientales de Venezuela, en julio de 1816, proveniente de Haití, la guerra de independencia retomaba su sangriento vigor. Entre los hombres venidos con Bolívar a su país natal, en la travesía llamada Expedición de Los Cayos estaban la mayoría de los líderes insurgentes orientales, quienes, rápidamente emprendieron una tenaz campaña de liberación que permitió ocupar importantes ciudades del Oriente venezolano entre agosto y septiembre. La reunión de tropas en Barcelona En julio de 1816, Bolívar pasó de Carúpano para Ocumare de la Costa, con la intención de emprender una campaña en los Valles de Aragua. Pero esta tentativa terminó en un desastre. Bolívar debió embarcarse nuevamente y salir de las costas de Venezuela. Sin embargo, un grupo de combatientes tomó la decisión de internarse en el territorio abriéndose paso entre el enemigo.

Estos 600 soldados marcharon por Aragua y los llanos de Guárico, en una movilización conocida por la historia como la “Retirada de los Seiscientos”, bajo el mando del general escocés Gregor MacGregor, logrando victoria tras victoria llegar hasta Barcelona. Por su parte, Manuel Piar, quien dirigía las operaciones en Maturín, al tener noticias de la ocupación de Barcelona por las tropas de José Tadeo Monagas. El encuentro de estas fuerzas se produjo el 25 de septiembre. La sangrienta batalla Una vez en Barcelona todas las tropas orientales reunidas, el 26 de septiembre llegaron los avisos de la aproximación de Morales. Esa misma tarde, empezó el desplazamiento de los combatientes al encuentro del enemigo en la sabana de El Juncal.

El inminente combate se produjo a tempranas horas del 27 de septiembre de 1816, en las cercanías de Barcelona, en donde los republicanos con Manuel Piar a la cabeza, lograron derrotar a Morales y sus tropas realistas. Aunque la cifra de los efectivos que participaron en la batalla varía entre los algunos autores, la más aceptada es que del bando patriota estuvieron 1.300 combatientes, mientras que del realista eran 1.100. Piar, al ver que los españoles estaban ordenados en tres columnas, organizó su ejército con el ala derecha a cargo de MacGregor y el flanco izquierdo quedaba al mando del propio Piar. En medio de la batalla, pese a resistir las primeras cargas de los realistas, Piar debió retroceder ante las fuertes embestidas de la infantería enemiga. A su auxilio acudió MacGregor, quien mandaba tropas más veteranas, y con el grito de “!Soldados avanzad a la bayoneta. Venced o morid!”, prendió de entusiasmo a sus tropas y lograron derrotar definitivamente a los españoles. Morales logró escapar con apenas 300 soldados hacia las montañas de San Bernardino. Perdió su artillería, caballos y todas las municiones. Había sido una victoria plena para los patriotas.

Una batalla determinante La batalla de El Juncal no es sólo una más de nuestra larga historia de luchas, sino una batalla decisiva para la liberación de toda la región oriental. De no haber contado con la victoria en esa ocasión, los patriotas hubieran puesto en gran peligro el vasto y rico territorio que habían ocupado desde Güiria hasta Barcelona, y de allí hasta Maturín. Este triunfo reconoció las dotes militares de Piar, quien ahora tenía el camino más despejado para iniciar una nueva campaña al Sur de Venezuela, en la Provincia de Guayana. Allí librará la segunda batalla más importante de su carrera militar, la batalla de San Félix, el 11 de abril de 1817, un paso cumbre para la liberación de Guayana. Pero fue la victoria de El Juncal, la que abrió el camino de la libertad para todo el Oriente venezolano.

 

Prensa CAVIM