FALLECE RAFAEL RANGEL

Nace en Betijoque, Edo. Trujillo el 25 de abril de 1877, y fallece en Caracas, 20 de agosto1909. Científico e investigador que se dedicó al estudio de las enfermedades tropicales. Era hijo de Eusebio Rangel y de Teresa Estrada; fue reconocido por su padre y criado por su madrastra María Trinidad Jiménez de Rangel. Aunque no tenía gran fortuna, la familia Rangel era relativamente acomodada, por los negocios de Eusebio y no es cierta la leyenda de su pobreza. Rafael Rangel fue, desde temprana edad, alumno aplicado. Para 1896, obtiene su diploma de bachiller en filosofía en la Universidad del Zulia, y en septiembre de ese mismo año, ingresa en calidad de estudiante de medicina en la Universidad Central de Venezuela; sin embargo, por razones todavía no bien dilucidadas, sin haber cursado todavía su tercer año, resuelve abandonar, en 1898, los estudios de medicina, impulsado por su gran amor al laboratorio y a la investigación. Durante esos estudios, había cursado bacteriología en el Instituto Pasteur de Caracas, bajo la dirección de Santos Aníbal Domínici. A comienzos de 1897, Rangel es nombrado asistente del laboratorio de José Gregorio Hernández, quien fuera su segundo maestro y mentor; allí terminó de familiarizarse con las técnicas de microbiología e inició sus investigaciones con un tema relacionado con la fisiología del sistema nervioso.

El 7 de febrero de 1901, la Junta Administrativa de los Hospitales aprobó la creación del laboratorio del hospital Vargas, y un año después, el 18 de febrero de 1902, Rangel es nombrado como su primer director. En el laboratorio, entre los años 1904 y 1909, dirigió un total de 16 tesis médicas, haciendo alarde de técnicas de laboratorio y de medicina experimental, moderna para la época. En 1903, inicia el estudio que más  fama le ha dado: el de la anquilostomiasis como causa de anemias graves en el medio rural; estudia 25 casos de anemia, con su típico cortejo sintomático,  examina la sangre y encuentra en las heces huevos parásitos;  en un caso autopsiado, descubre un sinnúmero de gusanitos adheridos a la mucosa intestinal, que identifica como anquilostomos; al examinar cuidadosamente tales gusanos, se da cuenta de que se trata de una nueva especie, diferente de la Ancylostoma duodenale del Viejo Mundo.

Sin embargo, en 1904, sabe que tal especie, el Necator americanus, había sido ya descubierto por el norteamericano Stiles. Su hallazgo fue fundamental y útil, pues permitió que se trataran en forma adecuada y eficaz numerosos casos que anteriormente se confundían con la enfermedad de Bright, una inflamación en el riñón. A fines de 1904, se traslada a los llanos, donde logra desentrañar la causa de una enfermedad caballar que se llama vulgarmente «derrengadera» o «peste boba» y muestra la presencia de un organismo unicelular, un Trypanosoma, en la sangre de los caballos afectados. En 1906-1907, se traslada otra vez al interior, esta vez a Miraca, cerca de Coro, donde diagnostica correctamente como ántrax, enfermedad bacteriana, lo que en la zona se denominaba el «grito de la cabra». A mediados de marzo de 1908, se presenta en el puerto de La Guaira una enfermedad infecciosa, con síntomas sospechosos de peste bubónica; en un primer intento, el 20 de marzo, Rangel no logra aislar la bacteria de la enfermedad y declara que no se trata de peste bubónica, con gran regocijo de las autoridades que temían por las consecuencias económicas del cierre del puerto; sin embargo, sigue investigando el caso y, unas semanas más  tarde, aísla y caracteriza el bacilo específico de la peste. Se cierra el puerto y el General Cipriano Castro, para entonces Presidente de la República, lo pone a cargo de la campaña sanitaria, que lleva a cabo con gran eficacia y, para el 23 de mayo, se declara terminada la epidemia. El presidente Castro sale el 24 de noviembre de 1908 para Europa, para hacerse operar un riñón enfermo.

Comienza para Rangel un período difícil, que lo llevará  a la muerte; en su campaña antipestosa en La Guaira, había tenido que tomar duras medidas, como la de quemar ranchos infectados, cuyos propietarios invaden ahora su laboratorio y vienen a reclamarle un pago de indemnización; se le echa en cara su error inicial en el diagnóstico de la peste y se le acusa de haber malversado los dineros públicos en la campaña antipestosa; para colmo, se le niega una beca para ir a estudiar a Europa «porque era negro», según dice la tradición oral. Castro ha sido reemplazado por Juan Vicente Gómez y ya Rangel no tiene protección oficial; había sido adicto al ex mandatario, quien le había protegido y dotado al laboratorio de numerosos aparatos. Ahora, sin defensa oficial, atacado por sus amigos, perdida la paz de su laboratorio, se desarrolla en él una depresión psíquica. En su laboratorio y vestido con su bata blanca, se suicida tomando cianuro, a los 32 años de edad. Fue un adelantado de la ciencia en Venezuela. Fundador de los estudios de parasitología en el país, sus indagaciones sobre la anquilostomiasis y la derrengadera abrieron nuevos senderos en la investigación de éstas y otras enfermedades. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 20 de agosto de 1977.

 

Prensa CAVIM