21 DE SEPTIEMBRE 1813 COMBATE DE SANTA CATALINA

Acción táctica de la Guerra de Independencia, librada en territorio del estado Guárico. Procedente de Barcelona, José Tomás Boves avanzaba hacia los llanos de Calabozo. Para neutralizar esta acción, despachó Simón Bolívar al Teniente Coronel Tomás Montilla con una columna de 600 hombres. En Villa de Cura, Montilla encargó al Teniente Coronel Carlos Padrón para que se adelantase y atacase a Boves. Informado el jefe realista del avance de Montilla, se había establecido en las cercanías del caño de Santa Catalina, El 21 o el 23 de septiembre empeñó Padrón el combate, con saldo negativo para su causa, pues Boves destruyó dos tercios de la fuerza de su atacante.  

 Los republicanos se replegaron hacia los valles de Aragua, y Boves ocupó Calabozo. Informado Bolívar del fracaso en Santa Catalina, envió el Batallón Barlovento, mandado por el Teniente Coronel Vicente Campo Elías, secundado por el Teniente Coronel Miguel Ustáriz. A su paso por Villa de Cura, Campo Elías incorporó los restos escapados de Santa Catalina, y en el pueblo de El Sombrero fue informado del avance de otra columna, al frente de la cual venían los Tenientes Coroneles José María Maya y José Manuel Torres y el capitán Manuel Cedeño. Contramarchó Campo Elías hasta el sitio de Laguna de Montero donde se llevó a cabo la reunión de las 2 fuerzas; tras lo cual los patriotas reanudaron la marcha. El 14 de octubre llegaron a la sabana de Mosquitero; surcada por el caño del mismo nombre y cercana al pueblo del Calvario. En la margen opuesta del riachuelo había desplegado Boves 2.500 hombres, de los cuales 500 eran de infantería; apoyados por 2 piezas de artillería. Lanzó Campo Elías el ataque; pero Boves, con una carga de varios escuadrones de caballería, rompió el ala izquierda republicana. Con el apoyo de la infantería Maya, Torres y Cedeño cargaron contra los escuadrones realistas, con cuya acción se obtuvo la victoria. Boves y su segundo Morales se retiraron del campo con solo 40 hombres. Campo Elías ocupó Calabozo. 

Prensa CAVIM