29 DE JUNIO 1919 FALLECE EL BEATO DR. JOSÉ GREGORIO HERNANDEZ

El 29 de junio de 1919 en horas de la tarde, José Gregorio Hernández salió a la esquina de Cardones a atender a una enferma, pero no pudo llegar porque fue atropellado por Fernando Bustamante (un joven mecánico de 28 años de edad, dueño de un Essex) en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas, Venezuela.

El Doctor Hernández cayó golpeándose la cabeza contra el filo de la acera, lo que ocasionó una fractura en el cráneo. De inmediato Bustamante, lo recogió y lo llevó al Hospital Vargas. En ese momento, que llegaron al centro de salud, no se encontraba ningún médico, entonces fue a buscar a Luis Razetti. Cuando llegaron al hospital, se encuentran al sacerdote capellán Tomás García Pompa quien le informó que Hernández había fallecido, a sus 54 años de edad. Razetti firmó el acta de defunción, dicha acta puntaba que además de la fractura de la base del cráneo certificada, tenía una ligera herida en la sien derecha, y un morado en la misma sien.

Así mismo, las señales del golpe contra el poste de hierro era el brote de sangre por la nariz y la boca, más arriba de las rodillas tenía una franja de morada en ambas piernas. Una vez examinado y amortajado el cuerpo, fue trasladado a la casa de sus hermanos César Benigno y Sofía Hernández, que poseía el número 57, ubicada en la Avenida Norte, entre Tienda Honda y Puente de la Trinidad.

Cabe resaltar que, una de las actuales beatas de Venezuela, Candelaria de San José, oriunda de Altagracia de Orituco, estado Guárico, estaba hospitalizada en el Hospital Vargas tras salir de una operación, aunque se encontraba recuperada. La monja se dio cuenta de la noticia del arrollamiento de José Gregorio Hernández. El presbítero García Pompa le impuso los santos oleos a Hernández en el lugar donde se había sido internado y Madre Candelaria se encontraba allí orando por salud del doctor.

A las 10:00 a. m. del día 30 de junio de 1919, en medio de una multitud, se inició el traslado del féretro de José Gregorio Hernández Cisneros al Paraninfo Universitario de la UCV encima de los hombros de sus estudiantes y discípulos, luego fue llevado y enterrado en el Cementerio General del Sur.

El 23 de octubre de 1975, luego de un incendio provocado por las llamas de las velas sobre su tumba, y también debido al inicio del proceso de beatificación, y por solicitud del Vaticano, se realizó la exhumación de sus restos mortales para luego ser trasladados hasta el baptisterio de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria ubicada en el centro de la ciudad de Caracas, sitio donde reposan actualmente. En 2020, la Arquidiócesis de Caracas anunció que el cadáver sería trasladado a un ala especial de dicho templo, ante la aprobación de la Santa Sede de su beatificación.

Prensa CAVIM