FALLECE ALDEMARO ROMERO

Fue el segundo de los cuatro hijos de Rafael Romero Osío y Luisa Zerpa de Romero, ambos nativos de Valencia. Nace en la ciudad de Valencia, Estado Carabobo, el 12 de marzo de 1928, fue un músico, compositor, arreglista y director de orquesta venezolano. Comenzó sus estudios musicales con su padre, quien era director de la Banda del Estado Yaracuy. A los 9 años, ya era cantante y el primer locutor de radio infantil en la emisora La Voz de Carabobo. Allí animaba un espacio llamado La Hora Infantil junto a su hermana Rosalía Romero, menor de edad igual que él. Además, en dicho espacio también vendía publicidad.

En 1942, la familia se trasladó a Caracas y recibió como regalo de una de las abuelas de Aldemaro, una pianola, la cual fue transformada rápidamente en piano, y en la cual adquirió el futuro músico el primer conocimiento del instrumento. El padre de Aldemaro intentó disuadirle de iniciar carrera como músico y lo hizo inscribir en una escuela técnica industrial. Sin embargo, el futuro artista no continuó sus estudios ya que había hecho planes para seguir el oficio de músico.

Durante el período de 1942 a 1948, Romero hizo contactos con varios músicos aficionados en Caracas y comenzó a tocar en clubes nocturnos. Paralelamente, tomaba clases de música con el compositor venezolano Moisés Moleiro. Su primer trabajo es como pianista en salones nocturnos y en orquestas de baile siendo la primera de ellas la orquesta Sonora Caracas. En 1944, firma un contrato con la emisora caraqueña Radio Libertador en la cual funge de pianista de planta. Allí conoce al director de orquesta popular Luis Alfonzo Larrain, con quien toma clases de música y de quien recibe fundamentos de disciplina, de los cuales hará uso más tarde cuando dirija sus propias agrupaciones. Larrain le asigna, gracias a su talento, el triple rol de subdirector, arreglista y pianista de su orquesta. Con esta agrupación inicia su carrera de compositor con el bolero «Me queda el consuelo». Se separa después de esa orquesta al unirse a la agrupación bailable de los cantantes populares Rafael «Rafa» Galindo y Víctor Pérez, continuando su rol de pianista. En 1948, se independiza creando su primera orquesta de baile llamada «Aldemaro Romero y su Orquesta» la cual dura hasta 1950, cuando tiene una actuación en la cinta venezolana «Tres meses de vida». Realiza actuaciones en radios caraqueñas y en 1952, llamado por su amigo, el tenor Alfredo Sadel, se marcha a Nueva York firmando contrato con la disquera transnacional RCA Victor para grabar con orquestas de estudio. En 1954, esta empresa inicia una serie exitosa de álbumes en formato LP de 12 pulgadas, de música latina popular, en arreglos estilizados, denominada Dinner In…. El joven Aldemaro Romero así forma parte de una lista de músicos veteranos tales como, el argentino Terig Tucci, el mexicano Pablo Ruiz, el brasileño Rafael «Fafa» Lemos Junior y el cubano René Touzet la pléyade de artistas que dio vida a esta serie discográfica.

El álbum grabado por Romero fue Dinner in Caracas, su primer disco LP, realizado con músicos estadounidenses y dos venezolanos, uno de ellos el propio Romero, y el otro, el contrabajista. Esta grabación fue realizada en formato monaural, en momentos en que la estereofonía y la grabación multipista aún no hacían su aparición formal. Con este álbum, Romero superó los registros de venta hasta entonces conocidos en el mercado discográfico de América del Sur y concluye esta serie en 1956, con Dinner In Colombia, grabado en los estudios de RCA Víctor Mexicana. Luego, grabó numerosos álbumes en diferentes países, entre ellos, Cuba. En este país, realiza la dirección y el arreglo para el tema «Alma Libre» grabado a dúo por su amigo Alfredo Sadel y Benny Moré.

En Estados Unidos, su capacidad como arreglista y director lo condujo a colaborar con orquestas y cantantes populares, como Dean Martin, Jerry Lee Lewis, Stan Kenton, Machito y Tito Puente, además de dirigir la orquesta de solistas de los empleados de la empresa automotriz General Motors.​ En 1957 creó en Estados Unidos una Gran Orquesta bajo el género del mambo y fue contratado para los Carnavales de Caracas en el Hotel Avila. Ese año lo hizo acompañando al vocalista cubano Miguel de Gonzalo. La orquesta es considerada como una atracción extranjera por no ser venezolanos sus integrantes, exceptuando al propio Romero. Sin embargo esto no es obstáculo para que sus presentaciones fueran exitosas. Paralelamente, firmó un contrato con la empresa venezolana Discos Cymbal para la realización de discos de música venezolana. En algunos casos lo hizo bajo el mismo formato de la serie discográfica de RCA Víctor «Dinner in…» y en su mayoría, grabados en Estados Unidos. Durante su permanencia con Discos Cymbal, Romero volvió a grabar el repertorio de Dinner in Caracas en abril de 1959 con tecnología multipista, pero el disco resultante fue denominado Caracas at dinner time.

En 1960 volvió a Venezuela, para ser el productor y presentador del programa televisivo «El show de Aldemaro Romero» en el cual cumplía otras funciones más, entre ellas la de escenógrafo. Allí acompañaba o presentaba a cantantes venezolanos y extranjeros de la época como el cuarteto Los Cuatro y Simón Díaz quien recién iniciaba su carrera de actor y cantante popular. Para septiembre de 1964 participó en una presentación donde ejecuta jazz demostrando su versatilidad musical. Hacia 1965, grabó con el desaparecido vocalista juvenil Cherry Navarro el pasodoble «Adiós, Madrid» en un atisbo de lo que sería posteriormente, el movimiento de la Onda Nueva. En 1967, el productor y locutor Renny Ottolina llamó a Romero para componer los temas incidentales y principales de la escenificación para la televisión del cuento infantil «El angelito más pequeño». Destaca de todos estos temas, el Sueño de una niña grande, vocalizado en esa oportunidad por el ya desaparecido actor y cantante venezolano Germán Freites. Hacia 1968 firmó un nuevo contrato con RCA Víctor en Italia, para grabar en ese país la segunda parte de «Dinner In Caracas».

Durante una convalecencia,​ Aldemaro Romero, encuentra la inspiración para presentar en el año 1968 su creación de una nueva forma de interpretación de música venezolana, conocida como Onda Nueva, derivada del joropo e influenciada por el jazz y la bossanova brasileña. La idea también surge debido a que, hasta entonces, la música venezolana carecía de movimientos innovadores que la hicieran modernizarse. Cuando Romero presentó esta idea a su amigo, el publicista y músico de origen austríaco, ya desaparecido, Jacques Braunstein, solicitándole su parecer, él respondió que aquello le parecía «una Onda Nueva», lo cual sirvió de identificación al movimiento musical desde ese momento hasta la actualidad. Sin embargo, existe otra versión según la cual el músico Frank Hernández (colaborador de Romero en los años de vigencia del movimiento) señaló que el surgimiento de la Onda Nueva se debió a un encargo realizado por una empresa publicitaria a Romero, que no gustó a esta empresa, aunque sí a los músicos participantes. Según esta otra versión, el resultado fue aplicado por Romero y Hernández a «diferentes tipos de música». Sin embargo Hernández reafirmó el mérito del músico Braunstein, por haber dado el nombre al movimiento musical. En 1970, durante una permanencia en México, Romero hace un convenio con la compañía «Discos Musart» para grabar música mexicana en el estilo de la Onda Nueva respaldando con orquesta a la vocalista chilena Monna Bell. De esta colaboración, surgió el LP «La Onda Nueva en México», el cual no contó con suficiente publicidad al ser boicoteada su distribución por el gobierno mexicano de la época.

Luego de la creación de la Onda Nueva, de 1971 a 1973, para impulsar este género musical Romero creó los Festivales de la Onda Nueva en los que se presentaron destacados músicos y solistas tales como Franck Pourcel, Paul Mauriat, Charlie Byrd, Astor Piazzolla, Juan Gabriel, Armando Manzanero, Consuelo Velázquez, Augusto Alguero, Eliana Pitman, Trini Lopez, Chico Novarro, Helmut Zacharias y Marco Antonio Muñiz, además de artistas venezolanos como Mirla Castellanos, Alfredo Sadel, Carlos Almenar Otero, Carlos Moreán y Henry Stephen. Estos festivales significaron un gran esfuerzo económico (más de un millón de la moneda de ese momento) y organizativo para Aldemaro Romero. Desafortunadamente, estos festivales carecieron de proyección en el exterior, por lo que dejaron de existir, lo que no impidió que Romero siguiera difundiendo hasta donde alcanzaron sus esfuerzos, tanto en Venezuela como en el exterior los temas que había escrito varios años antes, adaptados a este movimiento musical.

Entre 1975 y 77 vivió Aldemaro Romero en Inglaterra. Allí grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres el Oratorio a Simón Bolívar, con los cantantes Morella Muñoz, Blas Martínez y Ramón Iriarte. En Londres compuso varias obras como la «Suite de las tres campañas», que constituye junto con «La Epopeya de Bolívar», «Manuela» y el Réquiem para Bolívar, cuatro obras dedicadas a la memoria de El Libertador, Simón Bolívar.

También tuvo un papel importante en el campo de la música «culta». En 1979 fundó la Orquesta Filarmónica de Caracas,6​ de la que fue su primer director y que desapareció años después, al negarle apoyo económico el gobierno del expresidente venezolano Jaime Lusinchi hacia 1983 al suspenderle el subsidio anual que se le otorgaba, según palabras del mandatario «para evitar que Aldemaro se hiciera rico». También dirigió la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta de Cámara Inglesa, la Orquesta Rumana de Radio y Televisión y la Real Orquesta Filarmónica. También viajó extensivamente, desarrollando su arte en numerosos países: México, Puerto Rico, Colombia, Perú, Brasil, Argentina, España, Francia, Grecia, Suiza, Suecia, Italia, Rusia, Egipto y Japón.

En la década de los 80, Aldemaro Romero incursiona en el negocio discográfico con su empresa Supra Vox en la que edita por vez primera álbumes con su propia voz, en géneros muy diferentes a los que había manejado previamente, más para complacer un antojo personal que por motivos comerciales. La disquera tuvo una vida efímera, pero a pesar de ello, Romero siguió haciendo programas de radio y televisión junto a su amigo, el humorista, poeta y publicista Manuel Graterol «Graterolacho» Santander y dedicándose a la actividad musical en diferentes facetas tales como hacer composiciones y proyectar vocalistas para difundir sus temas.

A pesar de estar semi-retirado de la actividad discográfica, a mediados de 2006, grabó lo que sería su último álbum: Aldemaro Romero y su música. Allí interpretó sus canciones junto a reconocidos músicos como Rafael «El Pollo» Brito, Saúl Vera, Alfredo Naranjo, entre otros. Falleció al complicarse el estado de su salud, siendo diabético, con una oclusión intestinal en la mañana del 15 de septiembre de 2007. Por deseo expreso, sus cenizas fueron esparcidas en el lago de Como (Italia).

 

Prensa CAVIM