SE FUNDA LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA

La Universidad del Zulia (LUZ) es una universidad pública autónoma localizada en el estado Zulia, Venezuela. Fundada en 1891. Considerada como una de las grandes universidades, así como unas de las más prestigiosas del país, es una institución pública con aproximadamente 75.000 estudiantes de pregrado y posgrado, distribuidos en 11 facultades en la ciudad de Maracaibo y dos núcleos, uno en Cabimas y otro en Punto Fijo (Falcón). Está compuesta por 27 escuelas, imparte estudios en 56 carreras y 100 programas de posgrado. Cuenta con 4.000 profesores y posee una corporación de medios institucionales que son los canales oficiales para conocer la información referida a la universidad. Entre ellos se encuentran: LUZ Periódico, LUZ Radio, Teveluz, LUZ Web y LUZ AdN.

Desde comienzos del siglo XIX, los habitantes de Maracaibo habían demandado ante el gobierno de José Antonio Páez la creación de una institución de estudios superiores sobre la base del existente Colegio Seminario. Esta solicitud no tuvo éxito, pero los marabinos persistieron en su empeño: era imprescindible una universidad que acompañara el desarrollo económico, cultural e intelectual de la región.

El comercio abrió caminos y por las rutas comerciales transitaron nuevas ideas y productos. Así se conformó una sociedad progresista, receptiva a las innovaciones, generadora de nuevos inventos y creaciones. Es por eso que adelantos científicos como la navegación de vapor, la luz eléctrica, los teléfonos, el cine, la circulación por tranvías, se incorporan a la vida del Zulia antes que en el resto de Venezuela.

El creciente progreso de la ciudad puerto de Maracaibo, exigió una mayor y mejor educación de los zulianos. Durante el período colonial se establecieron instituciones educativas regentadas por las órdenes religiosas de los franciscanos y jesuitas. Los primeros se afincaron en Maracaibo para atender no solo la formación religiosa sino también una educación elemental y de preparación para los oficios cotidianos. Y, a la larga, se incorporaron nuevas cátedras y cursos avanzados, como los de Gramática, Filosofía y Teología.

Desde la época colonial, la ciudad manifestaba su necesidad de contar con un instituto de instrucción media o superior, encargada de capacitar para las tareas de administración y gobierno. Ya en el período republicano esta aspiración apuntaba a la fundación de una institución educativa de nivel superior, acorde con la importancia del puerto de Maracaibo. En 1832 varios dirigentes de la región decidieron crear un plantel educativo para enseñar, tal como se hacía en las universidades, las materias de Medicina, Filosofía, Teología, Derecho Civil y Canónico.

Ese plantel se instaló en el Colegio Seminario de Maracaibo, el 6 de marzo de 1833, y enseguida solicitaron al gobierno nacional, presidido por el General José Antonio Páez su elevación a universidad. No hubo respuesta a esta demanda, pero los marabinos continuaron con su lucha hasta que el 2 de marzo de 1837 se firmó en Caracas el decreto de creación del Colegio Nacional de Maracaibo.

En sus primeros nueve años funcionó como un establecimiento de índole tradicional, aunque ya se había abierto a los aires de renovación al incorporar las clases de Matemática, Física, Geografía, Cosmografía e Inglés, aparte de la Escuela de Náutica que tenía adscrita.

El Colegio fue cerrado en 1848, ante el clima de guerra que enfrentaba el gobierno de José Tadeo Monagas. Y se reinstala el 13 de enero de 1850 con dos clases, Gramática Latina y Gramática Castellana. En 1854 se abren dos cursos de ciencias mayores: uno de Jurisprudencia y otro de Medicina; y se ofrecen las clases de Náutica (con Cosmografía y Trigonometría, Matemáticas, Dibujo Lineal y Filosofía con Lógica y Metafísica). A medida que los jóvenes obtenían sus grados se desempeñaban en las diferentes estructuras sociales de la región. Ese año la matrícula alcanzó 103 alumnos.

Con el triunfo, en 1864, de la Revolución Federal, las antiguas provincias venezolanas se convierten en estados. La provincia de Maracaibo pasa a ser estado Zulia; y su máxima institución educativa adopta el nombre de Colegio Nacional del Zulia. La lucha de los marabinos para lograr una institución universitaria finalmente cristaliza el 29 de mayo de 1891, cuando el Congreso Nacional promulga el decreto relativo al cambio del Colegio Federal en universidad. En esta decisión final resaltan las acciones y presiones ejercidas por los diputados zulianos Rafael López Baralt, Francisco Eugenio Bustamante y Antonio Aranguren.

El Colegio había cumplido con la misión que le asignaron sus creadores. En sus 52 años de funcionamiento (1839-1891) había formado la generación de intelectuales que, para finales del siglo XIX, constituían la élite en lo científico, político, económico, educativo y cultural.

La instalación de la Universidad del Zulia tiene lugar el 11 de septiembre de 1891, y su primer ciclo histórico culminará con su cierre el 5 de octubre de 1904. LUZ termina su primer ciclo histórico al ser decretado su cierre en 1904, a partir de una medida del gobierno de Cipriano Castro, cuyo ministro de Instrucción Pública era Eduardo Blanco.

La irracional decisión se basó, entre otros factores, en la concepción educativa de Blanco, quien alegaba que en Venezuela solo había cuatro profesiones: médicos, abogados, ingenieros y teólogos; y que debían instaurarse estudios prácticos que vincularan la instrucción a la producción económica del país, según lo propio de cada región; además de alegar que el Código de Instrucción Pública exigía que las universidades debían funcionar con seis facultades, y la del Zulia solo tenía cuatro. Por este camino, el funcionario concluyó que dos universidades, la de Caracas y Mérida, eran suficientes para atender los requerimientos de profesionales liberales, y que debían crearse institutos de formación utilitaria. Así, en el Zulia se cerró la Universidad y se creó el Instituto Náutico. Todo esto en medio del clima mental en que se debatía la Universidad, acusada por sectores conservadores de propiciar el materialismo y el ateísmo, lo que le restó apoyo público y mermó la matrícula estudiantil.

A pesar de que las exploraciones petroleras dieron resultados desde el inicio de la primera década del siglo XX, la inmensa potencialidad petrolera zuliana se revela en 1922. A partir de 1926, el petróleo desplaza al café como principal producto de exportación y el Zulia ingresa a la era petrolera.

La Costa Oriental del Lago asiste a la transformación de su perfil. Nuevos pueblos surgen a la sombra de las torres de perforación y se acelera el crecimiento demográfico de la región. De todo el país, así como de las Antillas, Estados Unidos y Europa, llegan al Zulia contingentes humanos atraídos por la nueva riqueza. La economía petrolera afianza el modelo de centralismo nacional. La nueva riqueza es controlada desde Caracas. El Zulia comienza a depender casi absolutamente de los presupuestos y asignaciones dispuestos en la capital y se restringe gradualmente la capacidad de acción y creación de riquezas de la élite marabina.

Durante el gobierno de Juan Vicente Gómez resuenan diversas voces que piden la reinstalación de la Universidad. En esa lucha brilla la figura de Jesús Enrique Lossada. Ante la tardanza de una respuesta positiva del Gobierno nacional, los estudiantes y profesores reformularon su propuesta y decidieron que en ese momento era más fácil lograr la apertura de una escuela de Ciencias Políticas —que sería la antesala de la Universidad—. El gobierno regional del general Vincencio Pérez Soto la acogió favorablemente y, basándose en la Ley de Instrucción vigente, firmó el 13 de agosto de 1930, el decreto de creación de la citada escuela que inició sus actividades en la sede del Colegio Federal de Varones de Maracaibo.

Jesús Enrique Lossada fue nombrado director, y como profesores estuvieron Pedro París y Eduardo López Bustamante. Lossada jamás perdió de vista el hecho de que esa victoria era apenas el paso inicial para la definitiva recuperación de la Universidad; y así lo expresó en su discurso en el acto de instalación de la escuela, el 1 de octubre de 1930.

Lossada aprovechó el discurso para referirse también a las constantes agresiones del Gobierno central, al que acusó de tratar de asfixiar la iniciativa y autonomía de los zulianos.

Tras muchas presiones, el 15 de junio de 1946, la Junta Revolucionaria de Gobierno constituida por militares y civiles, entre quienes se contaban su presidente Rómulo Betancourt, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios y Raúl Leoni, que había tomado el poder un año antes, dicta el decreto 334, que establece la reapertura de la Universidad del Zulia.

Lossada fue nombrado rector el 5 de agosto de 1946. Y se dispuso que la institución funcionaría con tres facultades: Medicina, Ingeniería y Derecho. El acto público de la reapertura se realizó el 1 de octubre del mismo año en el auditorio de la Casa del Obrero, sede ofrecida por los sindicatos zulianos para que funcionara la Universidad.

El discurso de orden estuvo a cargo del novel rector, quien fustigó a los gobiernos nacionales que habían castigado al Zulia y reprimido sus legítimas aspiraciones “bajo pretexto de condena del regionalismo”, y señaló que la Universidad debía tener sus aulas abiertas “de par en par a todas las corrientes ideológicas […], solamente habrá de impedir la entrada al dogmatismo […]”.

A los seis meses de reinstalada la Universidad, el 11 de abril de 1947, Lossada convocó el primer Consejo Universitario. Entre muchas acciones, se diseñaron dos de los símbolos de la Universidad del Zulia, el escudo y la bandera. Lossada ideó el escudo como instrumento para fomentar la identidad corporativa de la casa de estudios. Se inició la construcción del Instituto Anatómico, del Anfiteatro y del edificio para los laboratorios de Histología, Fisiología y Química Biológica. Otro logro fue la creación del teatro y el orfeón universitarios, el 13 de diciembre de 1946.

Se crearon las facultades de Odontología y Farmacia. Se aprobó la instalación de bibliotecas especializadas en cada escuela de la Universidad y una emisora de radio universitaria. Se inició también la adquisición e instalación de una imprenta y un taller de encuadernación. Lossada es considerado uno de los grandes rectores del siglo XX venezolano, prototipo del humanista integral, defensor a ultranza de los fueros regionales, docente de apasionada entrega a su alma máter. Su inesperada muerte, el 28 de junio de 1948, ocurrió a sus 56 años de edad, cuando además de ser rector y profesor de la Universidad del Zulia, representaba a este estado como senador en el Congreso Nacional.

Se nombró una comisión para que estudiara la posibilidad económica de instalar las facultades de Odontología y Farmacia. Fue retomada la discusión del proyecto de Reglamento de la Facultad de Ciencias Médicas.

Se emprendió el debate sobre el Reglamento de la Facultad de Ingeniería, del cual se aprobaron seis artículos. Algunas iniciativas de la gestión de Lossada fueron reiniciadas, entre ellas la edición de la obra de José Ramón Yepes y la instalación de la emisora de radio universitaria.

Al ser derrocado el presidente Rómulo Gallegos, el 24 de noviembre de 1948, la Junta Militar de Gobierno destituyó al rector, y a los demás integrantes de su equipo, y nombró nuevas autoridades. A partir de los resultados del estudio, las autoridades rectorales presentaron, 11 días después, el 29 de enero de 1949, la Declaración conjunta de los designados ejecutivos, destinada a “establecer la legalidad”, y acordaron: invalidar el Consejo Universitario, aceptar la renuncia de los decanos de las cuatro facultades e intervenir estas, declarar en comisión a todo el personal docente y administrativo, y en constitución al Consejo Universitario.

El rector Jesús Leopoldo Sánchez expresó su desacuerdo con la reinstalación de la Universidad, según él “improvisada”; y consideró que el nombre de la institución era ilegal e incorrecto, ya que debía llamarse Universidad Nacional del Zulia y no Universidad del Zulia. Prohibió la circulación de la revista Universidad del Zulia, por considerar que planteaba conceptos opuestos al orden público en vigor.

En 1952 son colocados al frente de la edificación dos bustos en homenaje a los doctores Francisco Ochoa, primer rector de la universidad, y Jesús Enrique Lossada, rector de la reapertura, colocados en pedestales de mármol.

En 1956 se construye el Núcleo Técnico de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura diseñado por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, continuando con la expansión de la universidad. En los primeros años luego de su reapertura, LUZ no contaba con los terrenos suficientes para ampliar sus opciones de estudios y desarrollar actividades complementarias como la investigación. El Dr. Antonio Borjas Romero declaró una vez que “la universidad no lo es hasta que sus investigadores no comiencen a consagrarla, porque sin investigación, no hay universidad”.

En el año 1958, mientras el sistema político venezolano estaba signado por la intermitente social hacia un sistema democrático definitivo, el 19 de agosto, la universidad espera a sala llena, hasta que el Dr. Borjas Romero anuncia que se obtiene por decreto presidencial una extensión de 40 hectáreas en la zona norte de la ciudad.

Para el 10 de julio de ese mismo año, se protocolizó el documento según el cual la Universidad del Zulia vende a la nación el edificio y los terrenos de La Ciega por un monto de 8 millones de bolívares pagaderos en cuotas anuales hasta el año 1960. Un mes después, se instaló el Comité Pro Ciudad Universitaria con representantes de LUZ, de la industria petrolera, la banca, el comercio, el Ejecutivo regional, el Consejo Municipal, la Federación de Centros Universitarios y los responsables de las escrituras de los terrenos de la ciudad universitaria. En el año 1959, el Dr. Borjas se entrevista con el presidente de la época, Rómulo Betancourt, para plantearle agilizar la construcción del aeropuerto Caujarito para disponer de las tierras de Grano de Oro. Es así como se aboca a la tarea incansable de conseguir los terrenos para la Universidad del Zulia con el apoyo del gobierno nacional.

La propuesta para ese entonces hablaba de un desarrollo en 20 años para una ciudad con 2 millones de habitantes. Gracias al centralismo que imperaba para la fecha, fue un gran logro conseguir en esos años que el proyecto de la ciudad universitaria, se hiciera en Maracaibo y no en Caracas, además las licitaciones de la construcción también se hicieron en el Zulia.