SE INSTALA EL CONGRESO DE PANAMÁ

Reunión de Repúblicas hispanoamericanas, con asistencia de observadores de otras naciones, convocada por Simón Bolívar desde Lima el 7 de diciembre de 1824, que se celebró en la ciudad de Panamá del 22 de junio al 15 de julio de 1826. La idea de un congreso anfictiónico se la inspiró a Bolívar el ejemplo histórico de los antiguos griegos, que acostumbraban celebrar asambleas con participación de las ciudades para tratar asuntos generales, de interés para todas. La anfictionía aseguraba soluciones que contaban con un vigoroso apoyo y contribuían a la concordia entre los pueblos y a la estabilidad de sus instituciones. En la Grecia clásica, la anfictionía significaba un conjunto de ciudades o repúblicas hermanas, unidas por el idioma y la cultura comunes alrededor de un santuario u otro lugar notable. Existió, entre otras, la anfictionía de Delfos, dirigida por un Consejo de 24 miembros, que representaba a las 12 tribus de la región de las Termópilas. Fue el propio Simón Bolívar quien varias veces calificó al Congreso de Panamá de «anfictiónico», en las instrucciones a Joaquín Mosquera de 1821 y en una carta dirigida a Manuel Lorenzo de Vidaurre en 1825.

Concluida la gran empresa de la emancipación de Hispanoamérica, se hacía necesaria la existencia de un congreso en el que estuvieran representadas las antiguas colonias de España que habían alcanzado su libertad, a fin de que como hermanas, en torno de una misma mesa, discutieran acerca de los asuntos que les concernían en el plano internacional; estos estaban directamente vinculados al afianzamiento de las conquistas alcanzadas en el campo de la guerra; a la defensa de sus intereses frente a las potencias que amenazaban con recuperar sus dominios perdidos en el Nuevo Continente; a robustecer la amistad entre los nuevos Estados y a fundamentar sobre sólidos principios la posesión del territorio y las relaciones internacionales. En la mente de Bolívar la idea del Congreso estaba unida al lugar de reunión, y este no era otro que Panamá, por su posición privilegiada en la geografía de América: de un lado el océano Pacífico, y del otro el mar de las Antillas, y el istmo como puente entre los 2 hemisferios. El Libertador destacó la importancia de Panamá en varios de sus documentos, como ya antes lo había hecho el Precursor Francisco de Miranda. Además, en los programas de los 2 dirigentes fue tema fundamental la unidad de América española, vista esta como una sola gran nación.

Desde que Bolívar va a Londres en 1810, en misión de la Junta Suprema de Caracas, comienza a hablar de una confederación en América; así lo declara a la prensa británica; en la Sociedad Patriótica de Caracas, en uno de sus discursos, puntualiza que se debe poner la piedra fundamental de la libertad suramericana. En 1814 ante los soldados del ejército patriota que llegó a Pamplona después de su retirada del territorio venezolano, proclama: «Para nosotros la patria es la América»; esto lo repite en documentos de 1815 especialmente en la Carta de Jamaica, y en esa misma oportunidad sugiere la reunión en Panamá de un congreso de Repúblicas; insiste en la unidad americana en sus cartas para Juan Martín de Pueyrredón (director supremo del Río de la Plata) en 1818 y en todos los manifiestos y arengas que lanza a los cuatro vientos del continente, e inclusive en sus cartas particulares.

 

Prensa CAVIM